
Equipación Básica
Iaïdogi
El termino iaïdogi proviene de los vocablos Iaïdo y Gi (Chaqueta), por lo que se puede definir como la chaqueta para la práctica del iaïdo. Habitualmente suelen ser de color negro o blanco.
También se la suele llama Keikogi, haciendo referencia a los términos Keiko (Entrenamiento) y Gi (Chaqueta); pero esta última definición sirve para hacer una referencia genérica a la chaqueta de entrenamiento de cualquier otro arte marcial japonés.
Suele estar hecho de tetron (polyester) y algodón, lo que lo convierte en una prenda ligera y suave. Sus mangas normalmente son de tipo 3/4, y es habitual que la prenda lleve un par de himos, que permite sujetar firmemente esta con el fin de evitar que se nos abra durante la práctica. El lazo que se hace con estos himos debe quedar horizontal, ya que en Japón llevar los lazos en vertical tiene un significado fúnebre.
A continuación, te mostramos de forma ilustrada los elementos que componen la equipación básica de un practicante de iaïdo. Para empezar a introducirse en el mundo del iaïdo no es necesario adquirir de una sola vez todo este material. Pide asesoramiento a nuestros instructores y ellos te dirán lo que necesitas según el nivel que vayas adquiriendo.
Obi
El Obi es el cinturón japonés. Se coloca encima del iaïdogi y debajo del hakama a la altura del hara (aprox. debajo del ombligo), y aparte de recoger y ceñir el iaïdogi sirve para portar el sable samurái o katana con el filo hacia arriba. Suelen estar hechos en algodon o en seda, siendo estos últimos los más caros pero también los más apreciados ya que permiten realizar los movimientos de la saya (vaina) con más comodidad y soltura.
En la práctica del iaïdo se suele usar habitualmente un tipo específico de obi llamado Kaku Obi (véase la foto), y suele estar disponible en múltiples colores, aunque a diferencia de otras artes marciales, en el iaïdo no se usa el color del cinturón para indicar el grado del iaïdoka quedando este a su gusto y libre elección.
Juban
Esta prenda se lleva debajo del iaïdogi y sirve para recoger el sudor del practicante y evitar que de esa manera se traspase al primero. Si no se utiliza un juban, al usar un iaidogi negro u oscuro pueden aparecer cercos blancos segun se va evaporando el agua del sudor, quedando en el tejido las sales minerales que estaban disueltas.
Cuando los practicantes llevan ropa blanca no se usa el juban.
Bokken con Saya de plástico
El bokken, tambien llamado bokuto, es literalmente un sable de madera usado para el entrenamiento de artes marciales involucradas en la esgrima tradicional japonesa. Suele tener la forma y tamaño de un sable samurái o katana, aunque a veces puede asimilarse a un wakizashi y entonces se le llama kodachi. Normalmente se confeccionan con madera de roble japonés, lo que les confiere una gran dureza y resistencia sin llegar a pesar demasiado. Se usa con una saya (vaina) de plástico para poder entrenar los movimientos de envaine y desenvaine.
Originariamente el bokken fue diseñado para que los guerreros samuráis del japón feudal pudiesen entrenar esgrima entre ellos sin los perjuicios derivados de entrenar con armas afiladas.
Sin embargo, el bokken es un arma muy contundente, y en las manos entrenadas de un experto puede llegar a convertirse en un arma letal. Es bien conocido el pasaje histórico que narra como Miyamoto Musashi derrotó en un duelo a Kojiro Sasaki armado tan solo con un bokken que confeccionó a partir de un remo de barca.
Zoris
En Japón se denominan zoris a las sandalias que tienen una suela totalmente plana y que tradicionalmente estan confeccionadas con una cubierta hecha de paja de arroz y tejida como las esteras del tatami usadas en los pisos de sus hogares.
En un dojo de artes marciales se usa este calzado tradicional para poderte mover desde el vestuario hasta el tatami o tarima sin que entre suciedad en este, ya que se necesita un calzado diferente al que traes de la calle.
También nos puede servir para esta función cualquier otra sandalia similar.
Hakama
Ni es un pantalón, ni una falda. Realmente la hakama son unos zahones, una prenda confeccionada con telas gruesas ya que la piel vacuna no era un elemento muy accesible y que se usaba para proteger las piernas de los jinetes de la fricción con la piel del caballo o del roce con arbustos y otros elementos. Originalmente se desarrolló cuando los primeros samuráis eran primordialmente arqueros y montaban a caballo; en siglos posteriores los samuráis se transformaron en guerreros de infanteria pero no abandonaron el uso de la hakama, prenda que se fue refinando y se convirtió en un símbolo de la clase guerrera.
Sin embargo había diferentes tipos de hakama. Existe un hakama, llamado joba hakama, que es el que usan los practicantes de artes marciales hoy en dia; otro sin perneras y similar a una falda tubular; y un tercer hakama que era similar al segundo pero siendo una versión extremadamente larga de este y que era usado en las visitas al emperador o al shogun. Medía alrededor de 5 metros y era doblada repetidamente y colocada entre los pies y las nalgas del visitante. Esto obligaba al visitante a caminar en shikko (de rodillas) y hacia extremadamente improbable el esconder un arma o incorporarse rápidamente para realizar un ataque.
Aunque el hakama de uso general puede ser de varios colores o incluso estampada, en las artes marciales generalmente es de color negro, azul índigo, gris o blanco.
La forma de atar las cintas (himos) del hakama, una vez puesta, suele variar dependiendo del arte marcial practicado. Por ejemplo, en el kendo y en el iaïdo el primer nudo queda a la espalda, mientras que en el aikido se deja al frente.
Las principales partes del hakama son:
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Koshiita es el refuerzo posterior para la espalda y esta hecho de un material firme pero flexible.
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Himo son las cintas o cinturones:
Ushirohimo - Las cintas cortas posteriores.
Maehimo - Las cintas largas frontales.
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Hida son los pliegues o dobleces:
Ôhida - El gran pliegue o pliegue posterior.
Yosehida - Los pliegues frontales.
Y para terminar diremos que el hakama también tiene un simbolismo desde el punto de vista de los bushi o samuráis, ya que los dobleces representan cada una de las siete virtudes del bushido o camino del guerrero: GI (Honradez/Justicia), YU (Valor Heroico), JIN (Compasión), REI (Cortesía), MEYO (Honor), MAKOTO (Sinceridad Absoluta) y CHUGO (Deber y Lealtad).
Iaïto
El iaïto es el más fiel reflejo de un katana que una persona puede sostener en sus manos, siendo al igual que este un sable porque es curvo y con un solo filo, mientra que una espada es recta y con dos filos.
La construcción de un iaitō debe imitar fielmente al diseño de un sable samurái o katana. Es de gran importancia que respete el tamaño, peso y equilibrio de un katana auténtico, así como su acabado, para practicar de la forma más real posible su manejo. Se emplea para familiarizar al practicante con el arma y facilitarle una posterior transición, cuando tenga la práctica y experiencia necesaria para manejarla sin riesgos y conservarla correctamente, hacia un sable katana auténtico y afilado.
Veamos las principales diferencias que existen en un iaïto de fabricación japonesa con respecto a un katana auténtico.
Respecto a la hoja podemos comprobar que:
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La hoja está hecha de una aleación de aluminio y zinc, muy económica y duradera.
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No se oxida ni se estropea con el paso del tiempo, gracias a que no contiene elementos fácilmente oxidables.
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Apenas lleva mantenimiento.
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No está afilada y no se puede afilar correctamente, ya que el uso de la mencionada aleación no lo permite.
Respecto al koshirae o resto de elementos que componen el sable observamos que:
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No se nota ninguna diferencia en cuanto a apariencia con un sable real.
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En un iaïto de alta calidad se usan los mismos materiales y procedimientos artesanales que en la construcción del koshirae de un katana real ya que esta confeccionado por los mismos maestros artesanos.
En el Iaïdo, la etiqueta es imprescindible; muestra el respeto por lo que uno hace y por su sable. Aunque un iaïto no sea realmente un katana, los practicantes de iaïdo lo respetan y lo cuidan de la misma forma. No sólo es por una cuestión de etiqueta, sino que los cuidados del iaïto tienen también una razón práctica:
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Los iaïto, como el katana, no están hechos de acero inoxidable por lo que, con el tiempo, pueden presentar signos de oxidación. Para prevenirlo, se debe aplicar una fina película de aceite mineral con una gasa de papel de arroz, algodón o similar cada vez que no se esté usando (quitándola con una gasa antes de entrenar). Cada cierto tiempo, se debe eliminar todo rastro previo de aceite mediante un utensilio llamado uchiko y que contiene un material llamado uchikomi (polvo extrafino de piedra) para volver a aplicar aceite de nuevo. Los iaïtos de aleación sufren menos los efectos de la oxidación.
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Se debe desenfundar correctamente, usando más la vaina o funda (saya) que el propio sable, para evitar el excesivo desgaste de la primera.
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Se debe evitar por completo todo contacto físico con la hoja. Esto incluye tanto tocarlo como chocarlo o golpearlo con otros objetos.
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Nunca se debe tratar de afilar.
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Se debe revisar periódicamente la empuñadura, y en especial el mekugi (tope de metal o bambú que sujeta la hoja a la empuñadura). Si está desgastado debe cambiarse por uno nuevo o se corre el riesgo de que la hoja se separe de la empuñadura, pudiendo herir a alguien.








Rodilleras
Realmente no es un elemento tradicional japonés para la práctica del iaïdo; sin embargo, el uso de esta prenda deportiva se ha extendido entre los practicantes ya que en este arte marcial existe mucho trabajo desde la posición de seiza, usándose para aliviar los rozamientos y la carga que se realiza sobre las articulaciones de las rodillas.
Son preferibles las textiles, las que no llevan protectores plasticos, ya que estos aunque dejan la articulación de la rodilla literalmente acorazada, limitan la movilidad y producen un cierto deslizamiento no deseado.



En esta tabla te mostramos las referencias más adecuadas a la hora de escoger la longitud exacta de un iaïto. La correcta longitud de la hoja de un sable varía según la altura y la longitud del brazo del que empuña el sable.
NOTA: las mujeres suelen necesitar la referencia inmediatamente inferior a la que corresponde por su altura.
No obstante, antes de adquirir nada lo mejor es contactar con tu instructor, el te orientará sobre cual es la mejor medida para ti.
En esta tabla te mostramos las referencias más adecuadas a la hora de escoger la talla exacta. No obstante, la talla puede variar en función de la constitución del practicante.
NOTA: las mujeres suelen necesitar la referencia inmediatamente inferior a la que corresponde por su altura.
No obstante, antes de adquirir nada lo mejor es contactar con tu instructor, el te orientará sobre cual es la mejor medida para ti.
En esta tabla te mostramos las referencias más adecuadas a la hora de escoger la talla exacta. No obstante, la talla puede variar en función de la constitución del practicante.
NOTA: las mujeres suelen necesitar la referencia inmediatamente inferior a la que corresponde por su altura.
No obstante, antes de adquirir nada lo mejor es contactar con tu instructor, el te orientará sobre cual es la mejor medida para ti.